2008/04/05 |

Después de más de dos meses, la huelga del SITUAM ha terminado. Después de todo, el sindicato aceptó una propuesta muy parecida a la planteada originalmente por las autoridades de la Universidad. Sólamente se agregaron un bono único de $2500 y el 50% de los salarios caídos. Así que la cosa es muy simple: si el sindicato hubiera aceptado el incremento salarial original, y la Universidad no hubiera sido cerrada, la necesidad de recuperar los salarios no se hubiera presentado. Mientras tanto, el salario de los trabajadores académicos, la formación profesional de los alumnos y el trabajo de los profesores-investigadores se vieron altamente afectados. Y nadie en el sindicato va a pagar por ello.

¿Qué sentido tiene entonces que el SITUAM exista, si muchos de los trabajadores de la Universidad no son agremiados, y la mayoría de los agremiados no apoyó las decisiones que se tomaron en estos dos meses? ¿Qué tan válido es que unos pocos puedan cerrar una universidad pública, afectando a 50 mil personas y al futuro del país? Los sindicatos en una empresa pueden tener razon de ser. En una universidad pública, no.

Lo positivo es que el lunes regresamos a la escuela. Y nos tocará a nosotros, los alumnos, profesores y autoridades de la Universidad, los que nunca apoyamos esta huelga, reconstruir todo lo que el sindicato destruyó. Y lo haremos.