2009/03/16 |
Hace casi diez años, cuando compramos la primera computadora que tuvimos en casa, nos ofrecieron como promoción un año de acceso a Internet de manera gratuita con un ISP llamado Datanet. Durante los primeros meses empecé a aprender a programar. Mi primer lenguaje fue Object Pascal (Delphi). También aprendí a crear páginas usando HTML de aquella horrible manera (tan del milenio pasado) donde podías mezclar presentación y contenido (te hablo a tí, etiqueta <font>). La WWW fue, por supuesto, la principal fuente de información.
Después empecé a investigar sobre otras cosas, principalmente sistemas operativos. A mediados/finales de 2000 tuve mi primer encuentro en la Web con información sobre Linux. Estoy casi seguro de que fue en algún sitio español. Hablaba principalmente de la superioridad técnica de Linux sobre Windows, pero no hacía mención alguna del Proyecto GNU o del Movimiento de Software Libre. En realidad no me entusiasmó demasiado. Ser técnicamente superior no me parecía una razón suficientemente buena para cambiar de sistema operativo.
Pero seguí leyendo y aprendiendo. Fue hasta enero de 2001 cuando conocí el Proyecto GNU, el concepto de libertad aplicado al software, la historia del movimiento, las motivaciones detrás de él, etc. Fue en ese momento en el que decidí instalar Software Libre en mi computadora.
El problema era que descargar una distribución completa usando la lentitud y constantes desconexiones del acceso telefónico era bastante doloroso. Por lo tanto, la primera instalación de un sistema operativo libre la realicé hasta marzo de 2001. Iba caminando sobre Lázaro Cárdenas, en el centro de la Ciudad de México, hacia la Plaza de la Computación. En uno de los tantos puestos de periódicos que hay por ahí vi un paquete de cuatro CD que contenía Mandrake Linux 6.1: un disco con el sistema operativo, uno con el código fuente, uno con utilidades y el último con juegos. Era de esos paquetes españoles que llegaban a México con casi un año de retraso. Lo compré (me ha de haber costado menos de cien pesos) y regresé a mi casa a instalarlo.
Así fue mi primera experiencia con el uso de Software Libre.