2011/05/08 |

He decidido instalar Parabola GNU/Linux en mi máquina de escritorio en vez de esperarme a la actualización de Fedora 15.

Pero antes, un poco de historia. Arch Linux es una distribución enfocada a dos cosas: el minimalismo y la actualidad de sus paquetes. Por “minimalismo” quiero decir que la instalación base del sistema operativo contiene muy pocos paquetes; lo necesario para arrancar la máquina y no mucho más. Usa un software de administración de paquetes llamado, convenientemente, pacman (package manager); dicho administrador es capaz de resolver e instalar dependencias, al igual que APT o Yum. La creación de usuarios, la configuración del sistema, la instalación de ambientes gráficos, etc. se dejan al gusto del usuario después de la instalación. Un poco como Slackware.

Con “actualidad” me refiero a que Arch es una distribución que se actualiza constantemente. Cuando una nueva versión de cualquier paquete es liberada, los desarrolladores de Arch la toman de upstream, la prueban, la empaquetan y la ponen a disposición de sus usuarios en muy poco tiempo. Esto implica dos cosas: la primera es que siempre se cuenta con las versiones más nuevas del software (piensen en GNOME 3.0, Firefox 4, LibreOffice 3.3, etc.). La segunda es que nunca es necesario actualizar la distribución en sí. Un poco como Gentoo; se utiliza el concepto de rolling releases.

Esto suena bastante padre, pero Arch tiene un par de problemas graves desde el punto de vista del activista por el Software Libre: el kernel que utiliza contiene blobs no libres y existe software privativo en los repositorios.

Aquí entra Parabola GNU/Linux. Parabola es un proyecto para proveer una versión completamente libre de Arch. Esto requiere cambiar el kernel por linux-libre y quitar el software privativo de los repositorios. (Nota: al día de hoy, Parabola no se encuentra dentro de la lista de distribuciones libres del Proyecto GNU).

La instalación es relativamente sencilla. El manual de instalación está disponible tanto en el sitio web del proyecto como en texto plano durante el proceso de instalación. La instalación no es gráfica, sino basada en curses, pero eso no fue mayor problema para mí.

Después de descargar la versión netinstall de la imagen iso, la cuál provee sólo los paquetes más básicos y obtiene lo demás de internet, se tienen que configurar el mapa del teclado, la hora del sistema y el repositorio de donde se obtendrán los paquetes. Después, a particionar el disco con cfdisk (preferí borrar el volúmen físico LVM que instaló Fedora), y a formatear y montar las particiones.

Cuando ya se tenga bien el layout del disco duro hay que seleccionar los paquetes que se quieren instalar (del repositorio core) y esperar a que se descargen de internet y se instalen. Después hay que modificar varios archivos de configuración (entre ellos /etc/rc.conf, el archivo principal de configuración del sistema). Finalmente, se configura e instala GRUB, se elige el password de root y se reinicia el sistema.

A partir de ese momento, procedí a la creación de un usuario regular y a la instalación y configuración del resto del sistema. Entre las cosas divertidas que me tocó hacer (en el sentido geek y masoquista de la palabra) están:

El siguiente paso será instalar Trisquel en la laptop…