2011/09/08 |

El pasado junio, después de pensarlo mucho tiempo y ahorrar durante todavía más, compré mi primera DSLR: una Nikon D5100 con lente “kit” incluído.

Desde hace varios años tengo el gusto y la costumbre de capturar momentos importantes de mi vida: viajes, festejos, reuniones. Probablemente heredé la “cosquilla” de mi padre, quien también es aficionado y hace varios años solía tomar muchísimas fotografías (aunque dejó la mayoría sin procesar).

Hasta hace poco, yo había utilizado cámaras “point & shoot”: primero, una HP Photosmart 120 (no se burlen); después, una bonita Sony Cybershot no-se-qué y las cámaras de mis teléfonos Nokia. Sin embargo, llegó el momento en el que necesitaba más: una cámara más rápida, con un sensor mejor y más grande; tener más control de la apertura del diafragma, la velocidad del obturador y la sensibilidad ISO; acceso a mejores lentes. Para pronto, una DSLR.

Así que me puse a investigar, y tras mucho pensarlo opté por Nikon y su modelo D5100 (Pentax me llamó mucho la atención, pero la disponibilidad de sus productos en México es bastante más limitada que la de Nikon, Canon o Sony). Y he estado tomando fotografías con ella, y he estado aprendiendo bastante, y me he estado divirtiendo aún más.

Extraño la portabilidad, sin embargo. Chase Jarvis tiene una frase muy famosa: “La mejor cámara es aquella que llevas contigo”. Y llevar contigo una DSLR todos los días, incluso una ligera entre su clase como la D5100, es algo pesado y tedioso que yo no hago. Ya veré en un futuro cómo lo resuelvo (te estoy viendo, X10).

Obviamente, como todo fotógrafo amateur que se respeta, guardo las fotos en formato raw. Aunque no empecé así; la cámara crea unos JPG increíbles, ¿para qué necesito otra cosa? Pero mucho leer me hizo darme cuenta de que, al final del día, la cámara está descartando muchísima información al post-procesar la imagen por tí.

El siguiente paso obvio era guardar las fotos en raw y post-procesarlas en la computadora, usando UFRaw, DarkTable o RawTherapee. Fue lo que hice. Y fallé en el intento. Opté por DarkTable, me puse a leer los manuales y empecé a procesar mis imágenes. Sin embargo, no estoy del todo satisfecho con el resultado. Tal vez sea que mi cerebro no acaba de entender los conceptos de saturación, nitidez, brillo, contraste, etc. Tal vez sea que el software libre disponible no está lo suficientemente avanzado todavía, o que la camara es demasiado nueva. Tal vez sea que que Nikon conoce muy bien el sensor y el procesador de su cámara. El chiste es que los JPG creados directamente por la D5100 se ven taaan bien, y los JPG procesados por mí se ven taaan mal.

Así que configuré la cámara para que guarde tanto el raw como el JPG. Así conservo toda la información guardada por la cámara, pero también aprovecho los JPG que ésta genera. Eso sí, modifiqué uno de los Picture Controls (Monochrome) para generar el efecto que estaba intentando reproducir al postprocesar los raws en la computadora. Lo mejor de ambos mundos, al precio de almacenar cerca de 50% más bytes.

Además, creo que será mejor para mí aprender a tomar grandes fotografías en vez de intentar crearlas mediante software (tal como Henri Cartier-Bresson, el padre del fotoperiodismo y la fotografía callejera, creía que debía hacerse).

¿Qué sigue? Comprar una lente nueva: la AF-S DX 35mm f/1.8G. Y tomar cada día más fotografías.